La familia del vicepresidente Otto Sonnenholzner se encuentra involucrada en un grave caso de corrupción, que incluso podría poner en riesgo la salud de los ecuatorianos.
Según evidencia de audio y comunicaciones de whatsapp, Sonnenholzner presionó al director de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (ARCSA), Daniel Calle Loffredo, para que se liberen lotes de vacunas contra la influenza, inobservando los tiempos y controles requeridos.
Se trata de un lote de vacunas del laboratorio SANOFI, que había llegado al país con una etiqueta diferente a la aprobada acorde a los registros de la entidad estatal y cuyo registro se encontraba en trámite en la zona 9 del Ministerio de Salud, en Quito. Paralelo a esto se realizó un trámite de agotamiento de stock de las etiquetas para justificar el incumplimiento identificado.
La consigna de Sonnenholzner, transmitida a Calle Lofredo (director de ARCSA recomendado por uno de los yernos del presidente Lenín Moreno), era que se priorice la liberación de las vacunas “sí o sí”.
Para el efecto, el viernes 6 de diciembre, el director de ARCSA presionó a través de mensajes de Whatsapp al director del Laboratorio de Referencia de la entidad técnica, David Salomón, quien se negó a ejecutar dicha orden y le pidió hablar cara a cara porque no quería jugar el papel de tonto útil.
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